Las serpientes tienen una reputación bastante mala. En gran medida incomprendidas, temidas en el folclore y, con demasiada frecuencia, víctimas de lemas como “la única serpiente buena es la muerta”, estas serpientes deslizantes suelen despertar terror en lugar de curiosidad. Así que estamos encantados de que Rob Muir, un residente de Pietermaritzburg, en KwaZulu-Natal, Sudáfrica, entre en la última categoría. Después de ver una serpiente doméstica marrón que se estaba comiendo un lagarto de cabeza azul fuera de su casa, optó por alcanzar una cámara en lugar de girar la cola.
El resultado es una asombrosa secuencia de fotos que muestra el fascinante evento en todo su esplendor reptiliano. Haz clic en la imagen para ver la galería completa.




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