Un grupo de surfistas frente a la costa de la playa de Manly en Sydney tuvo una experiencia de infarto cuando una ballena gigante se volvió hacia ellos después de que un buceador intentara tocar su cría. El incidente fue captado en cámara por Dominique Taylor, quien tuvo la suerte de presenciar el encuentro desde el balcón de su amiga.
Inicialmente, los surfistas y los espectadores se llenaron de asombro y deleite al ver a una ballena franca austral hembra y su cría chapoteando en el agua. Las magníficas criaturas nadaron juguetonamente junto a los surfistas, creando una experiencia memorable para todos los involucrados. Dominique Taylor logró capturar la extraordinaria vista con su dron, brindando una impresionante vista aérea de la interacción.
Sin embargo, la situación dio un giro repentino y aterrador cuando la madre ballena se puso nerviosa. Un buzo libre decidió estirar la mano y acariciar a la cría, lo que desencadenó los instintos protectores de la ballena adulta. Reaccionando rápidamente, la madre usó su poderosa cola para derribar a los surfistas de sus tablas, instándolos a retirarse y proteger a sus crías.
Al reconocer el peligro, los surfistas se alejaron nadando rápidamente del área mientras la ballena adulta continuaba mostrando signos de agitación. Todo el incidente se desarrolló en cuestión de minutos, dejando a los participantes asombrados por el poder absoluto y la presencia de estas majestuosas criaturas.
Si bien algunos pueden cuestionar la proximidad de los surfistas a las ballenas, Dominique Taylor defendió sus acciones y lo describió como una oportunidad única en la vida que los llenó de emoción. Ella enfatizó que el intento del buzo de tocar a la cría provocó la respuesta protectora de la madre ballena, como si quisiera comunicar: “Bájate de mi bebé”.
El encuentro dejó una impresión duradera en los presentes, destacando la importancia de apreciar y preservar el medio ambiente para todos los seres vivos. Sirve como un recordatorio de que nuestras acciones tienen consecuencias y que debemos respetar la vida silvestre y sus hábitats. Está estrictamente prohibido tocar o acercarse a las ballenas, según lo establecido por el Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, para garantizar la seguridad y el bienestar de los humanos y la vida marina.
Después del incidente, las ballenas continuaron con sus actividades lúdicas en el agua durante aproximadamente 25 minutos antes de alejarse nadando. Dominique Taylor expresó su gratitud por estar en el lugar correcto en el momento correcto con un dron, lo que le permitió capturar este momento extraordinario.
Este encuentro inolvidable sirve como un recordatorio de la belleza y el poder de la naturaleza y refuerza la necesidad de un comportamiento responsable para proteger y preservar nuestro planeta y sus magníficas criaturas.