En la reserva de caza Selous de Tanzania, se desarrolló una vista notable cuando una cigüeña insertó su cabeza en la boca de un cocodrilo para recuperar su comida. Las cigüeñas son expertas en atrapar peces con sus picos alargados, pero ocasionalmente pierden a sus presas o parte de ellas. En este caso, una cigüeña de pico amarillo estaba devorando su presa cuando un cocodrilo le arrebató un trozo.

“Mientras observaba a la cigüeña, noté que jugaba con un objeto en el agua, que luego resultó ser la cabeza de un pez tigre. Por un breve momento, pareció como si la cigüeña se hubiera visto envuelta en la acción y hubiera puesto su cabeza peligrosamente cerca de las fauces del cocodrilo. ¡El cocodrilo casi le da un mordisco al pájaro, haciéndolo parecer como si tuviera la cabeza de la cigüeña en sus manos!”
“Una vez que el cocodrilo tuvo el pez, la cigüeña se dio cuenta de que la batalla estaba perdida. Así que decidió seguir pescando cerca del cocodrilo”.

A pesar de la amenaza potencial de ser presa, se podría suponer que las aves evitarían a estos astutos depredadores. Sorprendentemente, los cocodrilos realmente ayudan a estas aves. A medida que los cocodrilos nadan en el agua y agitan a los peces, se dispersan, lo que facilita que las cigüeñas los detecten y los capturen. Como resultado, es bastante común observar cigüeñas merodeando cerca de cocodrilos en aguas poco profundas.
Si miras de cerca… ¡es una ilusión óptica!
